Fortalezas costeras
Ruta cultural
Nuestro mar es frontera natural con África. Hubo un tiempo en el cual los ejércitos invasores o piratas en busca de fortuna arribaban a nuestras playas. Gracias a las diferentes fortalezas realizadas a lo largo de la historia, este territorio fue cada vez más seguro y pudo ser habitado, generando el desarrollo actual.
En esta ruta, en la que utilizaremos vehículo propio, nos desplazaremos desde el Puerto de Roquetas, al límite de Punta Entinas-Sabinar, en pleno parque natural.
Castillo de Santa Ana
Recomendamos comenzar con el Castillo de Santa Ana, por su facilidad de acceso dentro del núcleo urbano. También es conocido como Castillo de Las Roquetas, es una fortaleza defensiva de principios del siglo XVI, que tenía como objetivo la defensa del comercio de sal. En torno a esta fortaleza se configuró el asentamiento urbano. Inicialmente fue construido con el objetivo de proteger la costa de los continuos ataques de piratas berberiscos. Es destruido por varios terremotos y reconstruido y ampliado en varias ocasiones, hasta que en 2003 el Castillo de Santa Ana abandona para siempre su faceta militar y abre sus puertas como museo artístico y etnográfico de la mano del Ayuntamiento de Roquetas de Mar. Objeto de exposiciones pictóricas y fotográficas, conciertos de música en directo y demás celebraciones culturales durante todo el año, a día de hoy este monumento histórico también compone, junto al Teatro Auditorio y al Faro de Roquetas, el conocido como “triángulo cultural”. No es de extrañar, si tenemos en cuenta que en 1985 la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía lo declaró como Bien de Interés Cultural.
La visita al castillo es gratuita y se realizan visitas guiadas.
Amplía tu información sobre el Castillo de Santa Ana.
El castillo de Santa Ana era un baluarte de artillería, actualmente restaurado prácticamente en su totalidad, siguiendo los planos originales del siglo XVII. Posee planta cuadrangular, anchos muros de mampostería, réplicas de cañón en su entrada, mostrando por qué los habitantes buscaban cobijo en el castillo en tiempos lejanos.
En 1997 se decidió reconstruirlo de manos del Ayuntamiento de Roquetas de Mar. Esta restauración se llevó a cabo a través de programas escuela-taller y fue finalmente inaugurado en mayo de 2003.
El castillo es visitable y en sus salas se llevan a cabo exposiciones de arte y conferencias. En el patio interior se realizan conciertos al aire libre durante los meses de verano. Subir a una de sus torres vale mucho la pena porque tendremos una de las mejores vistas de la costa de Roquetas. En los días claros se puede observar frente a él, al otro extremo de la bahía, el Cabo de Gata.
Situado junto a la playa de la Bajadilla y acompañado por un anfiteatro y el Faro en su flanco oeste, el Castillo de Santa Ana dispone de salas de exposiciones en las que se suceden muestras de pintura y fotografía, también se celebran conferencias y charlas. Posee un amplio patio interior, en el que se celebran conciertos y representaciones.
Un paseo por el interior de su museo
En 1968 el Ayuntamiento pide la cesión gratuita del castillo al estado español; y en 1997 se inician unas obras de reconstrucción que en 2003 finalizan con la apertura del monumento reconvertido en museo de arte. Hoy en día, este es uno de los museos andaluces del municipio roquetero mejor valorados, con gran afluencia de turistas durante todo el año.
Su interior está distribuido en tres áreas: la primera planta, la segunda planta y el patio. En la primera planta, además de poder acceder al baluarte de artillería, se puede visitar la exposición permanente que acoge el castillo desde su inauguración en 2003. Se trata de la obra fotográfica ‘Fragmentos de una vida que pasa’, perteneciente al fotógrafo almeriense Jesús de Perceval. Este autor, inscrito dentro del movimiento artístico llamado “indaliano”, aporta con sus fotografías una visión genuina del ambiente social de Roquetas de Mar durante las décadas de los 40 y 50 del siglo pasado. También se pueden contemplar una serie de enseres y herramientas de trabajo cedidas por la familia del fotógrafo, las cuales nos permiten acercarnos un poco más a su peculiar mirada.
Dicha planta también exhibe donaciones pertenecientes a diversos artistas —tanto nacionales e internacionales—, entre los que destacan Carmen Pinteño, Julio Visconti, Garren y Ouka Leele. Y también acoge ‘Desastres de la Guerra’, una célebre colección de 82 aguafuertes realizados por Francisco de Goya, con la vista puesta en los sucesos acontecidos durante la Guerra de la Independencia Española de 1808.
Por su parte, la segunda planta nos permite acceder al torreón, cuyo interior exhibe una exposición de maquetas navales realmente amplia y minuciosa. Desde el torreón se puede obtener una de las mejores vistas del municipio, e incluso del Cabo de Gata.
Finalmente, en el patio del castillo —también llamado Atrio—, el turista puede visitar el centro de interpretación, dos salas destinadas a exposiciones temporales y una sala de proyecciones destinada a la celebración de distintos actos institucionales.
Torre de Cerillos
Para llegar a la Torre de Cerrillos, recomendamos llegar en coche hasta el límite del Paraje Natural de Punta Entinas Sabinar o desde el final de Playa Serena, y continuar el camino a pie o en bicicleta, que nos permitirá disfrutar de la naturaleza. También puede llegarse en coche, recomendando ir bastante lento, tanto por el estado de los caminos, como para generar el menor impacto posible en este lugar de especial protección. Se recomienda respetar las señalizaciones durante el camino y alrededor de la torre.
Originalmente fue una torre Nazarí del siglo XIV, para defender la costa del Reino Nazarí de Granada de los piratas. Felipe II mandó construir sobre la anterior la edificación actual, una torre almenara (lugares de fuego, torre de vela o de señales, o atalaya) del Siglo XVI con el objetivo de dar aletas mediante fuego y columna de humo (como puede verse en la película El Señor de los Anillos “El retorno del rey”). También existía la figura de los “jinetes atajadores” que recorrían diariamente la distancia entre torres y/o fortalezas costeras para comunicar las posibles incidencias.
Se encuentra en un paraje muy singular y de gran relevancia paisajística y natural, muy recomendable su visita en bicicleta (ver ruta Pedaleando). Será inevitable la observación de aves acuáticas y el bosque de sabinares costeros, en el Paraje Natural de Punta Entinas Sabinar en el que se sitúa (ver ruta Paraje Natural).
Está catalogada como Bien de Interés Cultural desde el 22 de junio de 1993 con la categoría de Monumento. La Junta de Andalucía otorgó un reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía en 1993. Su acceso es libre.
Es una edificación simple realizada en mampostería ordinaria, construida con piedras de diferentes tamaños de superficie cuadrada. Su capacidad es de dos personas, con función de hacer guardias y dar la alerta ante cualquier amenaza. Por ser un mojón de señalización del límite entre municipios desde la creación de Roquetas de Mar en el siglo XVIII, su pertenencia a Roquetas o El Ejido genera controversia y falta de acción en su mantenimiento, que recientemente se ha resuelto en un acuerdo entre las dos entidades que trabajan juntas para su restauración y puesta en valor.
MAPA DE LA RUTA
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